Persisten las complicaciones, principalmente para las empresas pequeñas, desde que entró en vigor la Factura 3.3.

A partir del 1 de enero de 2018, la única opción válida para la emisión y cobro de facturas es la nueva versión 3.3 que estableció el Servicio de Administración Tributaria (SAT).

Dicha versión está disponible desde julio de 2017 y algunas empresas ya han comenzado a utilizarla, pero se enfrentan a problemas de cobro cuando sus clientes no manejan esta versión actualizada.

Julio Cid Moreno, miembro de la Asociación Mexicana de Contadores Públicos Colegio Profesional en Tehuacán, explicó que en la ciudad y en todo el resto del país el 100% de los contribuyentes siguen teniendo dudas sobre esta nueva metodología de facturación, pues la mayoría de ellos no han podido regularizarse, debido a que hubo quienes no se capacitaron, mientras que otros no cuentan con las herramientas informáticas necesarias para realizarlo.

Remarcó que no es fácil que los negocios pequeños se adapten a esta nueva forma de facturación, porque hay muchas reglas, códigos, asignación de productos y destinos de comprobantes, que se exigen en esta nueva forma de facturar.

Fuente | El Mundo